martes, 7 de diciembre de 2010

Al borde del precipicio.

Se consumó la nueva tragedia en Villareal. Era lo esperado. La primera parte fue especialmente sangrante. El planteamiento de reforzar el centro del campo era lógico dado el buen fútbol que venía desarrollando nuestro rival y parecía un claro intento de ganar la batalla en el centro del campo. Empezamos bien, tocando mucho, pero duró 10 escasos minutos y sin que creáramos eso si, ni una ocasión de gol. Poco a poco, los de amarillo fueron superándonos y comenzaban a meter el cuchillo en esa mantequilla que es nuestra defensa. Mal Cáceres, muy mal Alexis y Navarro, aprobado Dabo y mal Zokora y Romaric en la destrucción. Tremendos todos en la pérdidas de balón que provocan ocasiones de gol.
La segunda parte fue otra cosa. Mejoramos y fuimos arrinconando al temido Villareal; a pesar de las diferencias actuales fuimos superiores. Para colmo de males el trío arbitral nos quitó dos goles válidos.

Queda poco para la apertura de mercado invernal y a él debemos acudir para traer al menos dos futbolistas buenos, pero mientras hay que sacar adelante los partidos del Almería, Dormunt, y Málaga de Copa, porque el Madrid lo doy por perdido.
No contemplo nada que no sea sumar tres puntos con el Almería, caso contrario la temporada puede ser de chiste.

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