domingo, 18 de enero de 2009

Fin de la primera vuelta

Ayer se llegaba al final de la primera vuelta; a estas alturas el Sevilla ha jugado ya con todos los equipos, y todo se puede resumir en una cifra: 38 puntos. Esa cifra iguala la mejor puntuación del club y por tanto sus mejores resultados. La anterior ocasión que se obtuvo esa cifra se peleó la liga hasta el final. Esta vez, hay un rodillo blaugrana con unos registros que no están al alcance de los mortales. Pero lo más importante es que con ese ritmo de puntuación (incluso algo menos), los objetivos, el objetivo, la Champions, estarían conseguidos al final de la liga.

Con el fracaso de la UEFA inalterable ya en el balance final, en la Copa estamos a cuatro partidos de la final. El Valencia será un rival tremendo, y dadas las dificultades del equipo para ganar en el Sanchez Pizjuán cuando los equipos se encierran, creo que la eliminatoria pasa por obtener un buen resultado el miércoles en Mestalla. Esta claro que la Copa ilusiona porque es el sueño de otro título.

El debate sobre Jimenez ya no tiene sentido porque pensar que podrían cesarlo con el equipo colocado donde esta es una quimera. Sus resultados le avalan. A todos nos gustaría que llegaran con partidos como el de Villareal y el 1-3 del Deportivo. Sin embargo, ha habido muchos partidos donde como el del Numancia no han sido tan brillantes. Yo creo que los sevillistas sólo tenemos una opción: estar con nuestro Sevilla, y por ende con nuestro entrenador.

Este Sevilla de Manuel Jimenez tiene (como todos los equipos) algunas virtudes, y tiene defectos. Su principal defecto genera un antiguo y absurdo debate sobre el resultado y el buen o mal juego. El principal defecto es una lenta circulación de balón y la dificultad para leer los partidos cuando el equipo rival se pertrecha en su terreno y se dedica a taparnos y esperar una oportunidad para salir a la contra. En esos momentos el equipo se atasca y si el gol no llega acaba por no saber a que está jugando; parece que intuyen que hay que hacer llegar el balón a los extremos, pero casi siempre se lo damos en desventaja, donde Navas o Adriano deben encarar desde cero a un par de hombres (dado que conocen su potencial); en raras ocasiones reciben en carrera el balón por delante.
Hay otro defecto importante, y es que en muchos partidos o momentos de estos el equipo defiende por acumulación de hombres, todos muy juntos cerca del area, y eso conlleva dos cosas: primera, que cualquier equipo, incluso los muy inferiores nos crean oportunidades con juego aéreo y rechaces; y segunda: que cuando robamos estamos demasiado lejos del area rival y es muy dificil crearle sorprender al contrario.

¿Es Jimenez capaz de arreglar los problemas del equipo cuando se le encierran y no hay espacios? A día de hoy NO.
¿Seguirá echando atrás el equipo permitiéndolos defender tan cerca del area? Con el Osasuna pasó. Sin embargo parece que que de alguna manera el equipo viene intentando ser más agresivo y presionar más arriba. Veremos.

¿Dónde acabará el Sevilla de Jimenez con su solidez defensiva y la calidad de extremos y delanteros? A medio camino, cumple los objetivos y ha sacado algo de ventaja. Eso es lo que vale.

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