Pues a pesar de los pesares, sin realizar un fútbol deslumbrante, el Sevilla fue superior a un Valencia de un Emery que me ha defraudado muchísimo. Son dos partidos los que ha jugado este equipo en nervión, y si ya me pareció en liga que habían estado muy conservadores, ayer tuvo un planteamiento super tacaño, con independencia que les faltara Villa. Pero sobretodo, la actitud del portero César fue una vergüenza, un insulto a su club, a los espectadores, y al fútbol. En el pecado llevan la penitencia, y como castigo, gol in extremis para que se acuerde toda su vida del tiempo perdido anteriormente.
El Sevilla, puso más ganas, puso intensidad, puso fe. Hicieron buen partido ambos extremos, y a pesar de que los delanteros estuvieron regular (sobretodo Luisfa), Renato aportó más sentido en la circulación de balón cuando salió y Squillachi redondeó un buen partido con el gol que nos vuelve a poner al borde de la que sería nuestra séptima final de los últimos años. Gran alegría en el Ramón Sanchez Pizjuán y ya sueño con derrotar al "Atleti" de nuestros queridos Cáparros y Aitor.
La final de Valencia está a un paso y no debemos dejarla escapar. Somos mejores pero no estamos para arrasar a nadie, así que será difícil. Si la final llegará con el Barcelona, como a priori parece, pues vamos a Valencia a disfrutar sin presión, a vivir otro momento histórico de nuestro Sevilla.
Ya he escuchado a los periodistas de la SER hablando de sentenciar en casa el día 4. ¿Todavía no han aprendido que las eliminatorias duran 180 minutos?. Muy importante no encajar en casa. Si se gana mejor. Yo firmaba ya un 2-0.
VAMOS MI SEVILLA; VAMOS CAMPEON...
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